“Después de 50 años de opresión, y 13 de crímenes y desplazamiento forzado, anunciamos hoy el fin de este período oscuro y el inicio de una nueva era para Siria”, comunicaron los rebeldes. Rusia anunció que Al Assad “dimitió” y salió del país.
Este domingo se vivió un dramático final al régimen de Bashar Al Assad quien había luchado por casi 14 años por mantenerse en el poder, mientras su país se fragmentaba en una brutal guerra civil convertida en un campo de batalla indirecta entre potencias regionales e internacionales.
El régimen cayó tras una sorpresiva ofensiva relámpago de los rebeldes. A primera hora de hoy, cuando los insurgentes lograron ingresar a la capital Damasco, la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que el dictador había abandonado el país hacia un lugar desconocido.
El anuncio lo realizaron autoridades rusas. Horas antes, los rebeldes comunicaron que “después de 50 años de opresión, y 13 de crímenes y desplazamiento forzado, anunciamos hoy (miércoles) el fin de este período oscuro y el inicio de una nueva era para Siria”.
La marea geopolítica cambió rápidamente con esta ofensiva sorpresa. Las fuerzas gubernamentales colapsaron rápidamente, mientras que los aliados de Assad, ocupados por otros conflictos —como la guerra de Rusia en Ucrania y las guerras iniciadas hace más de un año entre Israel y grupos armados respaldados por Irán, Hezbollah y Hamás— parecían reacios a intervenir con fuerza.
La caída del oftalmólogo educado en occidente después de 24 años desde su asunción, contrasta con la esperanza que representaba respecto a años de opresión por parte de su padre Háfez al-Ásad.
Pero cuando se enfrentó a las protestas contra su régimen que estallaron en marzo de 2011, Assad recurrió a las tácticas brutales de su padre en un intento de aplastarlas. A medida que el alzamiento derivaba en una guerra civil, recurrió a su ejército para bombardear ciudades controladas por la oposición con apoyo de aliados como los regímenes de Irán y Rusia.
La guerra en Siria ha tomado la vida de casi medio millón de personas y desplazado a la mitad de la población que tenía el país antes de la guerra, 23 millones de personas. A medida que la revuelta se convertía en guerra civil, millones de sirios huyeron cruzando las fronteras a Jordania, Turquía, Irak y Líbano y hacia Europa.
Fue la primera vez que las fuerzas de oposición alcanzaron Damasco desde 2018, cuando las tropas sirias recapturaron áreas en las afueras de la capital después de un asedio de varios años.